Llegando a Manjaro 0.8.7

Bueno después de estar un par de meses con CrunchBang 11 “Waldorf” OpenBox debo señalar que es una gran distro, me gustó mucho, pero la curiosidad por Manjaro pudo más y así es como después de que los chic@s de Manjaro sacaran la última versión estable me decidí a instalar en mi viejo notebook Manjaro 0.8.7 Ascella.

Manjaro 0.8.7 Ascella

Formatear pendrive o memoria usb en Linux

Por lo general siempre he usado (hasta ahora) herramientas gráficas como gparted para formatear pendrives (los que uso para crear usb booteables con alguna versión de linux), pero como esta herramienta me falló cuando quise crear un live usb (booteable usb) tuve que utilizar una herramienta de linea de comando que además de ser simple de utilizar, no me falló cuando más la necesité :).
El método que se muestra a continuación lo pueden utilizar en cualquier distribución Linux, ya que utiliza el paquete mkfs, paquete presente (hasta donde sé) en todas las distribuciones GNU/Linux existentes.

Comenzamos en 3..2..1..

Por lo general en las nuevas distros de linux, cuando conectas el pendrive al puerto usb, linux lo detecta y lo monta en tu sistema. Entonces lo primero que haremos (después de conectar el usb o_O) es averiguar donde #$%/ se ha montado la unidad. Tenemos varias formas de hacer esto:
1. Utilizar el comando df
2. Utilizar el comando mount
3. Utilizar el comando fdisk -l

Con todos ellos pueden encontrar el punto de montaje de su usb.

Una vez identificado el punto de montaje de la memoria usb que vamos a formatear (en mi caso /dev/sdb1) lo que sigue es desmontar la unidad usb para posteriormemte formatearla.
Para desmontar la memoria, el comando a ejecutar es:

umount /dev/sdb1

Ahora estamos listos para formatear la unidad usando el paquete mkfs. En mi caso necesitaba formatear la memoria a un sistema de archivos ext4, por lo que ejecute el siguiente comando:

mkfs.ext4 /dev/sdb1

Si lo que desean es formatear a un sistema de archivos como FAT32 entonces el comando a ejecutar sería:

mkfs.vfat -n mimemoria /dev/sdb1

Donde “vfat” es el formato que le vamos a dar a la memoria, “-n mimemoria” es el nombre o etiqueta que se le va a dar a la memoria una vez formateada y “/dev/sdb1” es la ubicación de la misma como ya lo habíamos discutido.

Los formatos de los que podemos hacer uso utilizando la herramienta mkfs son los siguientes:

mkfs.btrfs mkfs.ext2 mkfs.ext4 mkfs.msdos mkfs.vfat
mkfs.cramfs mkfs.ext3 mkfs.ext4dev mkfs.ntfs mkfs.xfs

Si quieres revisar si el proceso de formateo se ejecuto correctamente, pueden volver a montar la memoria usb usando mount -a

Eso es todo, con esto pude formatear mi memoria usb para crear un usb booteable con la iso de CrunchBang, en otro post veremos como hice esto.

Ojala este post sirva de algo, hasta la próxima.

Llegando a CrunchBang 11 «Waldorf»

Hace unos días decidí cambiar el OS que actualmente tenía en mi notebook (y han pasado varios: Fedora, Ubuntu, OpenSUSE, Mint, SolusOS), no porque el actual fuese malo o no me gustara, sinó porque tenía ganas de dar un paso más, pasar de un OS «convencional» si se le puede llamar así a SolusOS a uno «menos convencional» CrunchBang 11 (lo de convencional/menos convencional es por el entorno grafico: Gnome/Unity vs OpenBox). Otra cosa que me llevo por el camino de CrunchBang fue el blog de Yoyo Fernández (@yoyo308) excelente blog de Linux dicho sea de paso. Debo decirles que hasta ahora todo anda perfect, rendimiento 100%, mi nivel de satisfacción debe estar en 110% jeje la verdad es que ahora que tengo absoluto control de mi OS me siento realmente dueño de mi notebook y con el poder de hacer con él lo que quiera.
Debo reconocer que tuve un par de problemas en este «viaje», pero pude salir victorioso al final y todo gracias a la comunidad que comparte sus experiencias y soluciones.
Es por esto mismo que en el trasncurso de los siguientes días pondre algunas entradas relacionadas con esos problemas que se me presentaron.
Voy a dejar un pequeño checklist para ir completandolo en los siguientes días:

  • Formatear pendrive en Linux
  • Crear usb booteable con CrunchBang 11 «Waldorf»
  • The CD-ROM issue during #! installation
  • Correcto source.list
  • Instalar nuevo theme
  • Instalar set de iconos
  • Instalar concky, docky, sceenfetch, deadbeef, groovedown, turpial, etc

Con eso tengo para varios días jeje
Bueno en la semana comienzo con el primer elemento de la lista.

Nos vemos!!

¿Qué es ser culto? 8 cualidades de las personas verdaderamente cultas (según Antón Chéjov)

Primero que todo, pido disculpas a pijamasurf.com por tomar su publicación textual, pero lo encontré tan preciso y exacto que con o sin permiso lo publico en mi blog tal cual.

Ser culto, una cualidad que puede ser polémica y aun peyorativa, pertenece sin embargo a un modo de ser y estar en el mundo que naturalmente nos hace más buenos, mejores, más humanos, o al menos así es como lo entendió el gran escritor ruso Antón Chéjov.

Hay un concepto de cultura que nos remite de inmediato al humanismo del Renacimiento y probablemente al progreso de la Ilustración, esa idea que probablemente tenga raíces un tanto más remotas (pero no tanto) y la cual entiende la cultura como el conocimiento que cultiva y engrandece, que nos da más recursos para entender nuestro mundo pero también ―en un sentido moral que lejos de ser censurable merece, por el contrario, alentarse― nos vuelve ipso facto más compasivos, más humanos.

Por desgracia, sabemos bien que el mundo está más o menos poblado de personas que fundamentan cierta ilusoria superioridad en la cultura que poseen. “Listillos”, los llama Irvine Welsh en varias de sus novelas, ironizando en torno a ese tipo de comportamiento en que, según sea la ocasión y el entorno, toma la forma de la arrogancia, el desdén y en general el desprecio por todos aquellos que no se encuentren a la par de las lecturas hechas, las películas vistas, la música escuchada, los países visitados y un amplio aunque paradójicamente limitado etcétera.

¿Qué significa ser culto? Quizá, en última instancia, nada de eso, al menos no si nos inclinamos por esa tradición del pensamiento que no teme combinar conocimiento y moral para que ambos formen mejores personas. En algún punto de nuestra cartografía personal, leer una o diez novelas está o debería estar conectado con nuestra capacidad para prestar algún tipo de ayuda a un desconocido en la calle. ¿Podemos escuchar una pieza de Bach, quedar arrobados por su belleza, sentir que gracias a Bach la vida vale la pena ser vivida y, aun así, no actuar en consecuencia y, digamos, ser capaces de cuidar de una planta y regarla todas las mañanas? Hasta cierto punto, algo tiene de condenable e hipócrita el sibarita estéril que dice amar la belleza y sin embargo no hace nada para asegurar su presencia y persistencia en este mundo. “Belleza más piedad: eso es lo más cerca que podemos llegar a una definición de arte. Donde hay belleza hay piedad, por la simple razón de que la belleza debe morir”, dijo alguna vez Vladimir Nabokov.

La lista que presentamos a continuación enumera las 8 cualidades que, según el gran escritor ruso Antón Chéjov, distinguen a una persona verdadera, auténticamente culta, alguien que de algún modo ha comprendido que la sapiencia es tal cuando enaltece pero no ensoberbece, cuando nos distingue de los demás pero no nos pone, en modo alguno, por encima de nadie.

Los puntos provienen de una carta que un joven Antón de 26 años escribió a su hermano Nikolai cuando este tenía 28 y comenzaba a ganar fama como pintor en la capital rusa. Fechada en Moscú en 1886, la misiva pretende ser una serie de consejos para un artista incipiente que, según el modelo romántico, se quejaba de que nadie lo entendía. “La gente te entiende perfectamente bien. Si tú no te entiendes a ti mismo, no es culpa de ellos”, le escribió entonces Chéjov, en un tono recriminatorio pero también totalmente lúcido y, lo más importante, coherente.

Se trata, en suma, de un documento que vale la pena conocer y reflexionar, confrontar con nuestras propias actitudes y preguntarnos en qué medida convertimos lo que sabemos en acciones que hacen bien a nuestro mundo ―nuestro pequeño, íntimo mundo.

1. Respetan la personalidad humana y, por lo mismo, son siempre amables, gentiles, educados y dispuestos a ceder ante los otros. No hacen fila por un martillo o una pieza perdida de caucho indio. Si viven con alguien a quien no consideran favorable y lo dejan, no dicen “nadie podría vivir contigo”. Perdonan el ruido y la carne seca y fría y las ocurrencias y la presencia de extraños en sus hogares.

2. Tienen simpatía no solo por los mendigos y los gatos. Les duele el corazón por aquello que sus ojos no ven. Se levantan en la noche para ayudar a P. […], para pagar la universidad de los hermanos y comprar ropa a su madre.

3. Respetan la propiedad de otros y, en consecuencia, pagan sus deudas.

4. Son sinceros y temen a la mentira como al fuego. No mienten incluso en pequeñas cosas. Una mentira significa insultar a quien escucha y ponerlo en una posición más baja a ojos de quien habla. No aparentan: se comportan en la calle como en su casa y no presumen ante sus camaradas más humildes. No son proclives a balbucear ni obligan la confidencia impertinente de los otros. Por respeto a los oídos de otros, callan más frecuentemente de lo que hablan.

5. No se menosprecian por despertar compasión. No tensan las cuerdas de los corazones de los demás para que los otros giman y hagan algo (o mucho) por ellos. No dicen “Soy un incomprendido” o “Me he vuelto de segunda mano” porque todo eso es perseguir un efecto simplón, es vulgar, rancio, falso…

6. No tiene vanidad superflua. No se preocupan por esos falsos diamantes conocidos como celebridades, por estrechar la mano del ebrio P.*, por escuchar los arrebatos de un espectador extraviado en un espectáculo de imágenes, o ser reconocido en las tabernas. […] Si ganan unos centavos, no se pavonean como si estos valieran cientos de rublos, y no alardean de poder entrar donde otros no son admitidos. […] Los verdaderamente talentosos siempre se mantienen en las sombras entre la muchedumbre, tan lejos como sea posible del reconocimiento. Incluso Krylov** dijo que el barril vacío da un eco más sonoro que el lleno.

7. Si tienen un talento, lo respetan. Le sacrifican el descanso, las mujeres, el vino, la vanidad. […] Se sienten orgullosos de su talento. […] Además, son fastidiosos.

8. Desarrollan para sí la intuición estética. No pueden ir a dormir con la misma ropa, ven las grietas de las paredes llenas de insectos, respiran un mal aire, caminan en el piso recién escupido, cocinan sus alimentos sobre una estufa de aceite. Pretenden tanto como sea posible contener y ennoblecer el instinto sexual. […] Lo que quieren en una mujer no es una compañera de cama. […] No piden inteligencia ahí donde se manifiesta la mentira constante. Quieren, especialmente si son artistas, frescura, elegancia, humanidad, la capacidad de la maternidad. […]. No tragan vodka a todas horas, día y noche, no huelen los armarios porque no son cerdos y saben que no lo son. Beben solo estando libres y en ocasión […]. Porque ellos quieren mens sana in corpore sano [“mente sana en cuerpo sano”].

[Fuente: pijamasurf.com]